Bart está desesperado por conseguir las nuevas zapatillas promocionadas por el joven influencer Orion Hughes. Homer acepta comprárselas, pero al ver la cola que hay fuera de la tienda, prefiere conseguir unas zapatillas falsas. Inmediatamente se rompen, y cuando Bart intenta reclamarlas, creyéndose dueño de las originales, se pone en ridículo, lo que se publica en Internet en forma de vídeo.