Con la técnica de captura del movimiento, los movimientos del actor pueden transmitirse a un ordenador, que finalmente regenera esos movimientos. De este modo, un actor puede representar a personas o animales, monstruos o similares sin tener que parecerse a ellos.
Captura de movimiento clásica
Performance Capture
El proceso de captura de la actuación se utilizó por primera vez para El expreso polar (2004). Los actores están en una caja llena de cámaras y llevan máscaras faciales transparentes, guantes y escafandras en las que se fijan sensores que transmiten sus movimientos y expresiones faciales a un ordenador. La ventaja es que se puede duplicar cada función: Una vez con el actor para los movimientos y otra para la apariencia. Así pues, la edad, el sexo y el color de la piel ya no desempeñan ningún papel. El director Robert Zemeckis volvió a utilizar la captura de la actuación para Beowulf (2007) porque permitía un doble estreno de la película en 2D y 3D.
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